Alucino cuando la gente dice "uy, yo no puedo comer nada al levantarme, es que sólo me entra el café". Me siento un poco bicha rara porque yo, al levantarme, ESTOY QUE MUERDO de hambre. Da igual si he cenado mucho o poco o nada, cuando me levanto tengo mas hambre que Carpanta. Incluso, en ocasiones, me despierto del hambre, sobre todo si me he acostado tarde y estoy durmiendo mas horas de las normales.
Además no puedo saltarme el desayuno, simplemente no puedo. El día que lo he hecho porque no me quedaba remedio, ha sido un desastre. Para mí no desayunar es abocar el resto del día al caos y la destrucción: estoy de mal humor, me duele la cabeza, no voy bien al baño... una hecatombe detrás de otra.
En general tampoco es que me cebe en el desayuno, a no ser que esté en Murcia en casa de mis padres, en cuyo caso asalto la despensa que, no falla, está llena de bollería industrial repleta de azúcares y harinas refinadas, colesterol y grasas y que, para qué mentir, me encanta. Las magdalenas, los sobaos, las tortas de aceite... todo cortesía del Señor Hacendado, que a mi madre la deberían hacer YA socia honoraria de Mercadona porque solo con las magdalenas que me he comido yo les ha pagado la carrera a un par de sus hijos ^-^.
En Madrid, en mi vida normal, suelo tomar alguna infusión (algún te, o poleo normalmente) con unas tostaditas de pan de centeno que está requeterico y sacia mas que el de trigo. A las tostadas les suelo poner o bien tomate para untar (el que venden hecho de Carrefour, que nossssta nada mal, con un chorritín de aceite y un pelín de pimienta); o si tengo en casa, brotes de alfalfa (que saben a verano y sol) o si estoy golosa, aceite con stevia (un edulcorante natural que endulza mas que el azúcar, tiene cero calorías y está muuuucho mas rico que la sacarina). Nada de café (ya tomaba poco pero desde hace meses tomo NADA, lo he abandonado por completo) ni lácteos, que también he dejado.
Y cuando me quiero dar un capricho, me voy a desayunar a algún sitio donde tengan repostería de la buena, de la de obrador, y me tomo un super zumo de naranja natural y un croissant de esos de mantequilla que no se los salta un galgo.
Pero en cualquier caso, algo tengo que comer. Vosotros ¿sois de los que un café y hasta la comida? ¿O sois de los míos, de los que se levantan media hora antes para asegurarse de que tienen tiempo para desayunar a gusto?.
¡Besitos!
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