lunes, 24 de septiembre de 2012

Los hijos de primos

Alguna vez he comentado que soy hija de primos. No es una forma de hablar, es que lo soy: mis padres son primos, aunque segundos, pero primos al fin y al cabo. Cuando lo digo hay dos reacciones estándar. La primera es la de la curiosidad genuina "¿En serio? ¡Que gracia!"... la verdad, yo no le veo la gracia pero hay quién sí. La segunda es la de curiosidad morbosa; como si hubiera dicho que tengo un cuerno de unicornio y quisieran comprobarlo de una manera disimulada. Como si esperaran ver alguna tara profunda que se les hubiera escapado por arte de magia. 

Hay muchos mitos sobre los hijos de primos, pero como todos los mitos siempre llevan algo de verdad. Es cierto que las enfermedades congénitas tienden a multiplicarse por la consanguinidad. También es cierto que en las familias o las regiones donde se han dado muchos matrimonios entre primos, tíos y familia en general, hay mayor incidencia de ciertas taras. Pero para que eso pase tiene que haber habido poca mezcla con sangre de fuera durante varias generaciones. 

En nuestro caso, los 5 hermanos somos mas o menos normales. Cuando digo mas o menos quiero decir que, como en cualquier familia, tenemos nuestros defectos de fábrica, pero nada que llame la atención.

Menos en mi caso. Yo soy la definición perfecta de "hija de primos". Si lo buscas en el diccionario, probablemente o salga mi foto o alguna anécdota protagonizada por mí como ejemplo. Exteriormente soy una persona totalmente normal, que incluso sacaba muy buenas notas en el colegio y de la que hay quien piensa que hasta soy lista y todo. Pobres. Los tengo engañados. Soy la hija de primos por antonomasia.

Baste recordar algún episodio de mi vida como el ya famoso de la multa. O la del despertador sin pilas. O mi increíble habilidad física unida a mi perseverante manía de apuntarme a actividades de riesgo como ir en bici por Madrid (y los tortazos que me he dado por ello).

Así que como no tengo vergüenza ninguna y además este blog es sobre todo para compartir con mis amigos a los que no veo todo lo que quisiera mis torpezas, os voy a contar la última. Porque además para que la cuenten otros la cuento yo y así nos reímos todos.

Ya os comenté que la semana pasada tuve que ir a tres centros comerciales (perezaaaaa). Bueno, pues entre otras cosas fue para comprarle a mi amiga Encarni los regalos de su cumple de parte de todas las amigas. Encarni se va a vivir a Inglaterra tres años, así que decidimos comprarle cosas que le sirvieran allí: lo que teníamos claro era que unas botas de agua, y luego lo que fuera viendo. Ni corta ni perezosa (bueno, miento, pereza si que me daba) me fui al decartón (Decathlon para los que no habláis murciano) a comprarle las cosas. Fui como Julio César: llegué, vi y vencí. O eso creía yo. En menos de 20 minutos le había comprado unas super botas de agua, una sudadera calentita calentita y una mochila para ir a currar y llevar el portátil protegido y seco. Misión cumplida.

Al día siguiente quedamos a cenar con ella y a darle los regalos (que según ella no se esperaba... ¡cínica! jejejeje). Tras los típicos "me encantan", "habéis acertado" etc etc etc pasó a probarse las botas de agua en plena terraza del restaurante. Coge una bota, se quita la chancla, y mientras se está probando la bota, mi amiga Lourdes que estaba sentada a su lado le preguntaba "Encarni, ¿que bota te estás probando?" y Encarni "la izquierda". Y Lourdes "¿pero que chancla te has quitado?" y Encarni "pues la izquierda". Y Lourdes "¿Pero que bota te vas a probar? Porque la bota izquierda la tengo yo".

Pues resulta que Encarni TAMBIÉN tenía una bota izquierda. Porque la lista de Leonor había comprado DOS botas izquierdas. Y tan a gusto oiga. Y lo mejor de todo es que al principio la duda era de si la pobre Encarni se había vuelto tolai y no se daba cuenta de que estaba probándose la bota en el pié equivocado. Pero no, la tolai no era Encarni. La tolai era yo. 

Hija de primos.

Ni que decir tiene que Encarni se pasó toooooda la noche contándoselo a todo el mundo. Y todo el mundo me miraba con cara de "serás tolai" y luego yo decía "es que soy hija de primos" y entonces ya cambiaban la cara a "eso explica muchas cosas".

Pues eso, que soy hija de primos... pero ¿cual es vuestra excusa? ^-^

¡Besitos!

1 comentario:

  1. JAAAAAAAAAAAAAAAA, jajajajaja, es que me parto cada vez que me acuerdo, y mira que lo vivi en primera persona. Ainnnss, si es que ese fin de semana en Murcia dio para mucho Sorfe...
    Gracias por dejar claro que yo no me habia vuelto dislexica y estaba probandome la bota correcta, jajaja.

    Besos desde Inglaterra (y perdon por la falta de acentos, teclado ingles, que no se asuste Paco que la LOGSE no ha podido conmigo).

    Encarni

    PD: Si senyores, asi funciona la ciencia, hoy es mi primer dia en mi nuevo trabajo en Inglaterra y estoy poniendome al dia...con el blog de mi amiga!! Si es que en el fondo si que vamos a ser unos parasitos de la sociedad...

    ResponderEliminar