¡¡Ja-ra-va-cooooa... Jarava-coa.. cómo me gustaaa... JaravaQ!!

Y pensaréis ¿qué dice esta chalada? Pues eso: "¡¡Ja-ra-va-cooooa... Jarava-coa.. cómo me gustaaa... JaravaQ!!"

Este fin de semana ha sido la Jaravacoa, como dice mi sobrino Javier, "el mejor día". No se si será el mejor día, pero seguro seguro que es uno de los mejores fines de semana del año.

¿Y qué narices es eso? ¿Y dónde? ¿Y puedo ir? Pues es una barbacoa de los jaravas, pero no una barbacoa cualquiera, no. Es un fin de semana de primos, sobrinos, costillas, aros de cebolla, copas, piscina, charlas, risas, bailoteos, mojitos, mas comida, mas risas... Y es en un sitio secreto que no puedo revelar porque entonces el año que viene habría masas y masas de gente intentando colarse y eso no puede ser porque la respuesta a la tercera pregunta es: NO, lo siento, no puedes venir. A no ser que seas un jarava (aunque seamos muchos los tenemos a casi todos localizados, no es factible que si hasta hoy no lo eras lo empieces a ser de golpe) o un "asociado" (léase: marido/mujer de un jarava o pareja de mas de tres años).

Y entonces, ¿por qué os hablo de esto si no sólo no podéis venir sino que no vais a poder venir en el futuro? No, no es solo para dar envidia, que también. Es para decir: ¡como mola la jaravacoa! Tres hurras por los jarava: ¡hip hip hurra, hip hip hurra, hip hip hurra! 

Y ahora sólo nos queda esperar ansiosos la del año que viene consolándonos mirando las fotos de la de este y con la alegría de saber que mientras esperamos tendremos las primeras (y espero que no últimas) ¡jaravachas!